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jueves, 26 de julio de 2018

Mística y Ascética (Parte II)

(San Juan de la Cruz).

La vida y la obra del carmelita descalzo, fray San Juan de la Cruz, en sus magníficos escritos como son: "Las Noches Oscuras del Alma y la Subida al Monte Carmelo" son fundamento doctrina segura y confiable. Su obra conforma una unidad poética y literaria que nos va describiendo el camino del desapego de las cosas materiales y temporales para adentrarnos en la pura contemplación y unión con Dios.

La belleza poética de sus escritos contrasta con la dureza y radicalidad del camino propuesto de la progresiva renuncia a cualquier apego, placer y compromiso. La radicalidad planteada en toda su crudeza y la lectura de estos textos escritos en un castellano medieval antiquísimo, llevan a muchos a calificar a San Juan de la Cruz de feroz e inhumano, pero no debemos olvidar que no es ni nuestro orgullo, ni inteligencia lo que nos pueden permitir avanzar por el camino que San Juan de la Cruz nos marca, sino la fe, la esperanza y al amor que tienen su origen en un Dios que nos llama y nos ayuda a dar cada paso. 

Los estados o vías por las que atraviesa un alma a lo largo de la vida espiritual, según San Juan de la Cruz son los siguientes: 

Por la vía ordinaria y extraordinaria: Dios trabaja en el alma por la vía activa o pasiva de acuerdo a su divino querer y la voluntad y entrega del Santo que se deja moldear por Dios en su divina providencia. 

+Vía Purgativa: Es propia de los novicios y corresponde al los ámbitos sensibles de la carne (pasiones, afectos y Deseos) y vicios desordenados. 

+Vía Iluminativa: Es propia de los devotos y piadosos y corresponde al ámbito de alma (Razón, Memoria y Voluntad), dones, carismas, ciencia infusa. 

+Vía Unitiva: Es propia de los perfectos que han alcanzado la divinización y unión con Dios, corresponde al ámbito del espíritu. 

Nuestra naturaleza caída y nuestro estado de pecado nos separan del Creador e impiden descubrir el velo y ver el rostro de Dios. Porque estamos sumergidos en las tinieblas y no podemos tomar conciencia de ello; sólo cuando el hombre tiene la experiencia de la Luz de Dios, puede descubrir cuál es su origen y a qué destino está llamado: creado a imagen y semejanza de Dios (Gen 2,26-27)

El hombre está destinado a restaurar esa imagen y semejanza y a convertirse en Dios por adopción, hijo en el Hijo de Dios, pero dos obstáculos se interponen a este destino: El velo de las pasiones y la espesura de la carne. Esta debe ser liberada, transformada. Las pasiones son una carga pesada que retiene al hombre en los bajos fondos y le impide ver a Dios y verse a sí mismo. 

Las pasiones habitan la carne, pero la carne es otra realidad distinta de las pasiones. La carne, como el mundo, no es mala por sí misma, sino que está llamada a transfigurarse y, en esta vida, a participar de la irradiación del cuerpo resucitado de Cristo. El mal está sólo en las pasiones, que retienen a la carne en su tiranía: 

+La Filolaquia:
Es “la iluminación del Corazón” significan las cualidades de Dios: El amor, la belleza, la verdad, bondad, belleza, radianza y armonía. Atributos de la santísima Trinidad: Esencia, potencia y poder. 

Contemplar la grandeza de Dios y su creación por analogía es un signo sencillo que encierra un gran misterio; pero es algo tangible real, concreto y profundo. Es mucho más de lo que las palabras puedan expresar: “La meditación de mi corazón es estar en tu presencia “. Estar con Dios y en su presencia lo llena todo y lo ilumina todo.

Los ojos del corazón se abren a la luz divina. El corazón se ilumina y, por él, el ser entero «Cuando la inteligencia y el corazón están unidos en la oración, y los pensamientos del alma no están dispersos, el corazón (Arde); con un calor espiritual y la luz de Cristo resplandece en él, llenando de paz y de alegría al hombre interior. «Lámpara del cuerpo es el ojo. Si tu ojo está sano, todo tu cuerpo estará luminoso; (Mateo 6:22). 

El camino de la ascética y la perfección necesita paciencia trabajo esfuerzo y sacrificio a grandes esfuerzos pequeños frutos; esta negación  es la negación de sí mismos a la que nos exhorta nuestro Señor Jesucristo, sólo con los auxilios la obra y la gracia del Espíritu Santo alcanzamos la santidad. En la tradición oriental contemplativa, Elías el Ecdico nos ilustra y propone estos (apotegmas), que son sentencias o dichos breves que tienen una gran riqueza y sabiduría espiritual: 

➤ Ni el cuerpo se puede purificar sin oraciones, ayunos y vigilas nocturnas.
➤ Ni el alma se puede purificar sin contemplación y verdad. 
➤ Ni el espíritu se puede purificar sin la intimidad y la contemplación de Dios». Y añade: «Las conexiones aquí son evidentes». 

Partes del Ser Humano y Su Correspondencia:  (Alma, Cuerpo, Espíritu).
El siguiente gráfico nos ayudará a comprender y entender las correspondencias e inclinaciones de las potencias naturales y sobrenaturales del Ser humano: 


Los padres de Filolaquia (iluminación del Corazón) conciben al ser humano formando una unidad indivisible. Este esquema trata de mostrar, fundamentalmente, tres aspectos: en la que se pueden distinguir tres ámbitos interconectados entre sí: el cuerpo, el alma y el espíritu. Estos tres ámbitos están en relación unos con otros a través de su centro u órgano unificador: el corazón.

Diadoco de Fóticea afirma que antes de la Caída, el alma conservaba estas tres potencias (deseo, ardor y razón) en una sola energía: la energía del Espíritu, que le habitaba por entero; pero que, después de la Transgresión, el alma se escindió (separó) en dos energías opuestas: una que le impulsa hacia Dios, otra que le impulsa hacia la muerte.

Las pasiones del cuerpo estarían ligadas al deseo: las pasiones del alma, al ardor y el orgullo (la vanagloria en su primera fase, y la soberbia en la última), sería la pasión propia de la razón, pasión que le impide elevarse hacia el verdadero conocimiento. Pero, si bien es cierto que el deseo, el ardor y la razón conducen al Hombre a la perdición cuando éste está dominado por las pasiones, no es menos cierto que, cuando está liberado y transformado por la virtud, éstas tres mismas potencias lo elevan hacia Dios.

El trabajo de toda una vida es lograr de nuevo la unificación de las potencias del alma integrándolas en la buena dirección. La meta es conseguir que «el deseo del alma no se oponga al deseo de la carne, y que el deseo de la carne no se oponga al deseo del Espíritu», dice Pedro Damasceno.

El esquema anterior ilustra también las direcciones posibles de las tres potencias del alma (el deseo, el ardor y la razón):

Cuando se dirigen al amor propio:

 +El deseo se convierte en avidez.

+ El ardor de convierte en cólera.

+La razón se convierte en orgullo.

Cuando se dirigen al amor a Dios:

+El deseo se convierte en impulso de amor.

+ El ardor de convierte en fortaleza para el combate espiritual.

+ La razón se convierte en fuente de humildad.

La práctica y búsqueda permanente de las Virtudes Teologales y Cardinales, la negación de toda imperfección vicio y pecado son el camino y sendero para vencer la concupiscencia del mundo, el demonio y la carne.,esto lo estudiaremos en la próxima publicación de Mística y Ascética Parte III.

El trabajo de Dios en el alma es como el trabajo de un escultor en la Roca de Mármol, o la de un alfarero moldeando una pieza preciosa en sus manos, somos la Piedra de Diamante más preciosa en las manos de Dios, somos probados y purificados como el Oro en Crisol; por el Escultor y Artífice de nuestras vidas, Dios todo poderoso y eterno, el que vive por los Siglos de los Siglos. Amen. 

A fin de que la caridad probada de vuestra fe, más preciosa que el oro perecedero que es probado por el fuego, se convierta en motivo de alabanza, de gloria y de honor, en la Revelación de Jesucristo. 
(1 Pedro 1:7).

+++ Bendiciones.

viernes, 20 de julio de 2018

Mística y Ascética (Parte I)

 San Charbel Makhlouf.

"Vosotros, pues sed perfectos como es perfecto vuestro padre celestial" (Mt 5,48).
La búsqueda y el camino de la perfección y la santidad es a la que todos los hombres somos llamados, Jesús nos exhorta en su evangelio para que ayudados por la gracia que viene de lo Alto; alcancemos la plenitud, en la unidad del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

La Santidad llega a su plenitud  mediante la participación de la vida sacramental, en la práctica y ejercicio de los dones carismáticos y las gracias recibidas puestas al servicio del prójimo y la comunidad mediante la caridad. Pero esto, sólo no basta en el ejercicio y esfuerzo por alcanzar la Santidad, es decir, es en la búsqueda permanente de las virtudes de Jesucristo; porque nuestra vida nos fue dada en virtud de los méritos infinitos de nuestro señor Jesucristo, como causa ejemplar y perfecta para alcanzar la salvación y santificación.

El Papa Emérito Benedicto XVI afirmaba en el año de la fe y la comunión de los Santos en(El Suplemento Evangélico Nro.7): «El santo es aquél que está tan fascinado por la belleza de Dios y por su perfecta verdad porque éstas lo irán progresivamente transformando. Por esta belleza y verdad está dispuesto a renunciar a todo, también a sí mismo. Le es suficiente el amor de Dios, que experimenta y transmite en el servicio humilde y desinteresado al prójimo.>>

Podríamos deducir entonces que santo es aquél que está sumergido en la grandeza de Dios, en su esplendor, bondad y belleza; que sobrepasa todo entendimiento, humano o angélico. Es humilde ante su prójimo y en las manos del Alfarero se deja moldear por Dios transformando progresivamente todo su Ser y haciéndose uno con la Trinidad pura e indivisible del Padre, del Hijo del Espíritu Santo.

Veamos el Significado etimológico de la palabra “santo” con sus diferentes transliteraciones para definir con mayor profundidad su esencia:

 Significado de Santo: 

+ Significado en Hebreo: (קדושה -Kadosh), elegido por Dios' o bien 'diferenciado, apartado'. 

+Significado en latín: ( Sanctus): consagrado – Sagrado.

+Significado en Griego: ( ἁγίος- Agio ) sin tierra.

+Significado en. Español: Santo - perfecto libre de toda Culpa.

En un sentido y significado más amplio, en resumen, lo que define a un Santo, es que es elegido por Dios, separado, consagrado, purificado, libre y perfecto de toda culpa.

En los diferentes tratados y escritos de la vida mística de los santos, se habla de dos vías o caminos para alcanzar la Santidad por dos medios: por la vía ordinaria y la vía extraordinaria que a continuación describiré:

+La ascesis vía ordinaria: (Arte de la perfección o ciencia espiritual): es el ejercicio y esfuerzo, trabajo espiritual y corporal por conseguir la perfección y santidad.

+La ascesis via mística extraordinaria: (Es la parte de la ciencia espiritual que tiene por objeto la teoría y la práctica de la vida contemplativa), desde la primera noche de los sentidos (impasibilidad) y la quietud (hezequia) y Matrimonio espiritual (unión con Dios).

El trabajo y el ejercicio para alcanzar la santidad es un camino largo, estrecho y pedregoso y no todos alcanzamos adentrarnos por ese camino (Cf Mat 7:14). Mas ¡qué estrecha la entrada y qué angosto el camino que lleva a la Vida!; y pocos son los que lo encuentran.

En la vida contemplativa y la comunión con las tres Divinas Personas la mayoría de los santos han experimentado “la obscuridad y el abandono” de parte de Dios, esto es uno de los pasos del sendero para llegar a la iluminación. Por la obra y la gracia del Espíritu Santo, son purificados todos sus afectos, sus sentidos, las facultades y potencias del alma como son la voluntad, la memoria y la razón. 

El abandono de la voluntad del Santo en la providencia de Dios, la renuncia a todos los Vicios, imperfecciones de todo mal e inclinación. El destierro de todos sus apegos materiales, espirituales;  recordemos su significado en griego. (ἁγίος – Agio, sin tierra), lo convierten en una persona Impasible, esta “Impasibilidad”: es decir, Que no se altera, perturba o muestra emoción alguna ante una impresión o estímulo externo que normalmente producen turbación, o desencadenan una emoción o inducen a determinada acción. Este (Fragmento, poema) de Santa Teresita de Ávila; nos da un claro ejemplo de ello: “Nada te turbe, Nada te espante Todo se pasa, Dios no se muda, La paciencia Todo lo alcanza; Quien a Dios tiene Nada le falta, Sólo Dios basta”. 

Otra de las virtudes que alcanzan los Santos es la Hezequia: que es un estado de quietud y de Paz interior que Nuestros Padres de Oriente tales como: Ermitaños, Anacoretas y Monjes del Desierto practican y los prepara y ejercita para el combate Espiritual. “El Hesicasta”. Es el Santo que, en su Oración de Meditación y contemplación, ora con todo su cuerpo con toda su Alma y su corazón y en una íntima unión con Dios llega y alcanza “la oración incesante del Corazón”.

Hasta aquí mis queridos Hermanos los invito a que me sigan acompañando en la Próxima publicación en (Mística y Ascética Parte II), de este tratado estudio y Camino para Alcanzar la Santidad; les Comparto esta oración para su Meditación inspirada por el Santo Espíritu de Dios. 

Así dice el Señor Jesús:

Los caminos de Dios son rectos e insondables, el Sol de justicia brilla sobre ti; ciervos míos, amigos , míos, no te desvíes a la izquierda, ni la derecha búscame dentro de ti, Abandónate en mis Brazos y deja que la diestra de mi espíritu, aunque pases por montes y collados te guie por Tierra llana. Amen, Amen, Amen.


+++Bendiciones

lunes, 2 de julio de 2018

Las Bienaventuranzas


(Mat 5:1-12)
Cuando vio aquellas muchedumbres, subió al monte; se sentó y se le acercaron sus discípulos. Y abriendo sus labios, los instruía así: 
Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. 
Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. 
Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque ellos serán saciados. 
Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios. Bienaventurados los pacificadores porque ellos serán llamados hijos de Dios. Bienaventurados los perseguidos por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. 
Bienaventurados seréis cuando, por causa mía, os insulten y persigan y digan toda clase de calumnia contra vosotros. Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa es grande en los cielos; pues así persiguieron a los profetas anteriores a vosotros. 

A la Luz de las Homilías de la Catena Aurea, San Juan Crisóstomo en el (opus imperfectum super Matthaeum, hom. 9); nos revela el misterio de las enseñanzas de Jesús así:<<Subió, pues a un monte, primeramente, para cumplir la profecía de Isaías que dice: "Sube tú sobre un monte" (Isa_40:9); después para manifestar que el que enseña la Palabra de Dios, lo mismo que el que la oye, deben constituirse en cumbre de virtudes>>.

Ningún hombre puede estar en el valle y hablar a la vez desde el monte. Si estás sobre la tierra hablas de las cosas terrenas, pero si estuvieras en el cielo hablarías de las cosas celestiales. O de otro modo, subió al monte para manifestar que todo el que quiera conocer los misterios de la verdad debe subir al monte de la Iglesia, de quien el profeta dice: "El monte del Señor es un monte rico" (Sal_67:1).

Etimológicamente Bienaventurado en griego (ακάριος), significa makários bendecido; por extension afortunado, bien Labrador: bendecido, bienaventurado, dichoso, glorioso. 

El makarismó, es una forma literaria espontánea, más o menos usada en las literaturas de diversos pueblos. En la Biblia aparece con relativa frecuencia; en el Antiguo Testamento en tono sapiencial, a veces matizado de humanismo, los escritos apocalípticos también la usan bastante; La lectura del Evangelio de Mateo pone de manifiesto que esta forma literaria del makarismo; era una de las características del estilo oral de Jesús. Además de las clásicas del Sermón de la Montaña (Mt 5,3,12 y Lc 6.20,23), de las que trataremos aquí, hay en los Evangelios otras del que recibe dócilmente el mensaje de la Verdad para seguir el ejemplo de Cristo la Benevolencia y vigilancia escatológica. 

El makarismo tiene como punto de partida la espontánea felicitación (afirmación de que es feliz), manifestada con cierto acento exclamativo, a uno o unos determinados individuos, porque alguna cualidad personal suya les ha sido causa u ocasión de algún bien. 

Cuando esta espontaneidad del lenguaje social se eleva a forma literaria, sobre todo en el género religioso y moral, tiende naturalmente a envolver en la proclamación de la felicidad no sólo a los que tienen, sino también a los que tengan análoga disponibilidad a recibirla. De la segunda persona ("felices vosotros...") se irá desplazando hacia la tercera ("felices los que..."); es decir, se transforma en axioma sapiencial. Con ello adquiere matiz de invitación u ofrecimiento; y, más que afirmación, es promesa de felicidad. 

El siguiente esquema o tópico puede servir para el análisis : 

+ Proclamación, u ofrecimiento y promesa, de Felicidad 

+ Determinación de la(s) persona(s) sobre quien(es) recae la felicidad, 

+ Cualidad que le(s) hace, o que le(s) debe hacer, digna(s) de ella. 

+ Indicación de la causa objetiva que es, o será, causa o esencia de su felicidad. 

Un ejemplo concreto permitirá añadir algunos contrastes. "Bienaventurados los pobres porque es vuestro el Reino de Dios" (Lc 6,20) en esta Bienaventuranza las personas pueden ser los discípulos presentes que "son" pobres, o todos los que "son" pobres como ellos; en este caso se proclama su felicidad. O pueden ser todos los que, en cualquier tiempo, "sean" pobres como ellos; en este otro caso, la felicidad se ofrece y promete en tercera persona (Mt 5,3). La causa objetiva de la felicidad de los pobres es el "Reino de Dios", cuya posesión significa para ellos, por lo que acabamos de decir, una recompensa, pero también y, mucho más, un favor divino. 

La felicidad proclamada por Jesús promete sobre todo lo esencial y exclusivamente sagrado ; Su fuente escondida es cierta pregustación del universal Reino escatológico en la comunión de presencia y vida con Jesús. 

La Pregustación misteriosa de la Felicidad, que es ya realidad segura, pero que al mismo tiempo está, de por sí, fuera y por encima de toda experiencia psicológica de bienestar, gusto o placer. Más aún, no solamente coexiste con, sino que está en el dolor y el sufrimiento. Las Bienaventuranzas son en efecto, ejemplo típico y paradójico de integración y unidad trascendente. 

El Reino de los Cielos o Reino de Dios futuro está en la plenitud ,que tiene un alcance de gozo hasta del final de los tiempos, pero es también; la pregustación real y presente en el misterio de la vida cristiana. Quienes tienen acceso a esta fuente de felicidad son los pobres; "es de ellos", con énfasis en la afirmación. Jesús felicita a los pobres porque en la pobreza han descubierto el máximo tesoro (Mt 19,29); pero, al mismo tiempo, condiciona su felicidad a mantenerse fieles en la gracia divina de esta pobreza. 

La expresión los pobres no pertenece, en la Biblia, al, vocabulario económico ni al sociológico, sino al sentido religioso y Sagrado. Se refiere a los Pobres de Yahveh, los Pobres de Israel.


En el lenguaje cristiano decimos: "servos servorum Dei" (siervo de los siervos de Dios), el concepto latino-romano de servus (esclavo) no coincide del todo; el nuevo significado, no obstante, la humildad la obediencia social, se ilumina con el sentido de Dios; en el desamparo humano florece la confianza, y ésta se traduce en hábito de oración suplicante. El sentido de pecador ayuda a hacerse humilde al pobre y, por tanto, confiado; e igualmente el rico debe hacerse también humilde y pobre.

Entre las palabras hebreas que significan pobre la más característica, y la que se refleja todo el trasfondo semítico, cuya raíz tendría como significación original la dé "estar encorvado humillado, abrumado"; de la misma raíz, y muchas veces sinónimo, `anaw en plural: (`anawim).

Las desdichas de Israel sobre todo en el exilio lo hundieron colectivamente en la situación aflictiva de los `aniyyim o `anawim de Yahwéh. Los profetas procuraron educar el pueblo en las disposiciones ascéticas que corresponden a este estado. La humilde esperanza, hecha confianza y súplica se fue polarizando en sentido mesiánico. El Mesías vendría a salvar a los Pobres de Israel (Is 61,12); y él mismo sería uno de ellos, el más afligido.

Jesús, en efecto, solía resumir el programa de su misión citando el texto clásico de Isaías: "a evangelizar a los pobres (`anawim) me ha enviado" Yahwéh (Is 61,1 ss); (cfr. Lc 4,1621). Y para mostrar que era el Mesías, dijo, refiriéndose al mismo texto: "Los pobres son evangelizados" (Mt 11,45; Lc 7,22). Sería lo mismo decir: pobres de corazón (Mt 5,8; 11,29); o, con una expresión igualmente que significa que los que tienen espíritu de pobreza (ruah`anawah). Este sentido y contraste de pobreza, no es una disimulada evasión del realismo de la pobreza, antes, al contrario, exige su autenticidad, como centro la intimidad vital del ser, la infalsificable sinceridad del alma.

Las Bienaventuranzas iluminan las actitudes y características de la vida cristiana son promesas paradójicas que sostienen la esperanza en las tribulaciones, anuncian que el reino de los cielos está en medio de nosotros y nos prometen la recompensa y retribución final, la vida eterna inaugurada por la Virgen María y de todos los Santos.

Las Bienaventuranzas nos enseñan la Visión de Dios y la participación en la naturaleza Divina, la vida eterna, la Filiación como los hijos de Dios y descanso en Dios.

Las Bienaventuranzas nos colocan ante elecciones decisivas respecto a los bienes terrenos, purifican nuestro corazón para enseñarnos a amar a Dios por encima de todas las Cosas.

La misma palabra de Dios que resonó en el monte de Sinaí para dar a Moisés la Ley Escrita, es la que se hace oír de nuevo en monte de las Bienaventuranzas.

Las palabras de Jesús no revocan la Ley, sino que la perfeccionan” Habéis oído también que se dijo…… pero yo os digo” (Mat 5, 33,34). Con esta misma autoridad divina desaprueba ciertas tradiciones humanas (Marcos 7,8), de los Fariseos que “anulaban la palabra de Dios"(Marcos 7,13).

La felicidad del Hombre no está asegurada en las Riquezas temporales el deseo desordenado de la riqueza, poder, placer y honor esclavizan sus facultades y potencias. El anhelo y desapego de los bienes terrenos y temporales desatan el alma y le da libertad al Hombre del único Bien y único Necesario y Sumo Bien. Dios. San Ireneo afirmaba la Gloria de Dios es que el Hombre Viva y la Gloria del Hombre es Dios.

Amar lo que Jesús Amo en la Cruz y despreciar todo lo que Jesús desprecio en la Cruz es el cumplimiento de la Voluntad del padre y desprendimiento total de todo bien temporal y el abandono en los brazos de Dios.; en donde el amor hecho dolor y el dolor hecho amor, llega a la Cumbre y expresión máxima del Amor de Dios por los hombres.

Jesús nos enseña que no hay amor más grande que el que da la vida por sus amigos; un ejemplo de pobreza y humildad la encontramos en el silencio y ocultamiento María ella pidió a Dios pobreza y humildad y la lleno de toda gracia y perfección plena, seremos dichosos si creemos las palabras pronunciadas por Jesús en la Bienaventuranzas, para proclamar como María la grandeza de Dios y se Hagan las maravillas de Dios en nosotros.



+++ Bendiciones