“porque así como hablar imprudente lleva al error, también
el silencio imprudente deja en el error a los que tendrían que ser instruidos”.
(San Gregorio Magno)
(San Gregorio Magno)
Los católicos se ven con frecuencia enfrentados al fenómeno de las apariciones de la Virgen y a los mensajes a quienes dicen que han podido verla.
En los últimos años estas apariciones han colmado de tal manera el ambiente de algunas iglesias particulares y comunidades, y han llegado a polarizar tanto las devociones, que constituyen una preocupación para pastores y fieles.
¿Cuándo podemos tener una cierta seguridad de que tales mensajes vienen realmente de Maria? ¿Hay alguna manera de comprobarlo? ¿Para quienes son esos mensajes? ¿La iglesia puede obligarnos a creer en ellos?
Estas preguntas son tanto más acuciantes cuando el Nuevo Catecismo de la Iglesia Católica pide a los mismos laicos que aprendan a discernir la seriedad y la validez de estos mensajes, ¿Cómo hacerlo?
Este texto pretende aclarar este panorama, aportando algunas ideas desde el punto de vista de las Sagradas Escrituras que (junto con la Tradición y el Magisterio) constituye la única revelación obligatoria para los cristianos.
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