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lunes, 27 de agosto de 2018

Sanación interior del Pecado Capital de La Avaricia


La Avaricia o Codicia : Es el deseo, ansia o afán desordenado de poseer y adquirir riquezas para acumularlas. Esta palabra procede del latín avaritĭa, y a su vez del verbo avēre,(desear con ansia)

La Avaricia se considera en la Doctrina Católica como uno de los siete pecados capitales. Aparecía como philarguria (en griego, "amor hacia el oro") y se trataba de un pecado de exceso aplicado a la adquisición de riquezas. A alguien que tiene o practica la avaricia, se le suele llamar ' 'avariento' o 'avaro'. Se le dice en el sentido alguien que es tacaño o miserable.

A la codicia se pueden asociar  otro tipo de pecados tales como: La deslealtad, traición, robo y la mentira. También se habla de la avaricia como uno de los vicios o pecados a evitar. Poseer es algo legitimo moralmente hablando; el problema consiste es cuando el deseo desordenado hacia los bienes materiales y las riquezas nos obsesionan y nos poseen y el pecado comienza a materializarse cuando los bienes y riquezas ya sea temporales y espirituales no son un medio o instrumento para mi provecho, si no como un fin en sí mismos.

San Máximo Confesor nos dice: El pecado de Avaricia comienza y se realiza cuando el dinero se convierte como el Fin de la Vida y no es considerado como un simple medio.

San juan Crisóstomo enseña: Si se tiene La riqueza es para que las usemos en lo necesario no para que las custodiemos, uno es Siervo y otro Dueño, Custodiar es propio de Esclavos, Gastar es propio de los Señores y de los que tienen poder, no recibiste Riquezas para que las entierres si no para que las Administres y distribuyas. 

Custodiar entonces los Tesoros nos hace Esclavos de los Bienes que poseemos como si en ellos estuviera su vida. El Señor quiere que seamos Siervos Administradores de los Bienes y talentos Recibidos.

“Ahí donde están tus Tesoros ahí está tu Corazón…” El Avaro encubre y justifica su pecado y dice: “Yo soy un hombre previsor y responsable con mi riqueza. “

San juan Clímaco afirma: El amor al dinero toma pretexto de la enfermedad para preveer en la Vejez, sugiere la sequía y escases que va a venir y anuncia por adelantado el Hambre… El principio del amor por el dinero es el pretexto de las limosnas y el fin último es el Odio a los pobres. En el Pasaje en el evengelio de ( Marcos: 21 1, 4); la Viuda dio todo lo poco que tenía, pero a los ojos de Dios, su ofrenda fue la más pura y agradable a Dios. Por qué los demás echaban de lo que les Sobraba.

Los padres del Desierto nos ilustran esta bella enseñanza: <<Un día joven monje Hablaba con el Maestro de los Novicios y Anciano le dice ¿si tuvieras Tres monedas de oro en tus bolsillos se, las darías a los pobres ?, si por supuesto que se las daría y si fueran Tres Monedas de Plata se las darías a los pobres?, claro que se las daría, ahora hijo, ¿si tuvieras Tres monedas de cobre se las darías a los pobres? No, no se las daría ¿y por qué? no se las darías replico el Anciano. ¡Porque, esas son las Únicas que tengo!>>

Dice el avaro "Si me gano el Balotto y la lotería cuanto  le ayudaria  yo a los pobres" , mentiras el Avaro nunca va dar nada…por qué en sus riquezas esta su seguridad. Reflexionemos las exhortaciones de San Pablo en la Primera Carta a Timoteo:

(1 Timoteo 6,17.18). A los ricos de este mundo recomiéndales que no sean altaneros ni pongan su esperanza en lo inseguro de las riquezas, sino en Dios, que nos provee espléndidamente de todo para que lo disfrutemos; Que practiquen el bien, que se enriquezcan de buenas obras, que den con generosidad y con liberalidad.

San Juan Clímaco: este Santo es muy gráfico y nos enseña y describe la Avaricia con gran Sabiduría:

+Lo malo no es el vino si no la embriaguez, lo malo no es la riqueza si no la avaricia y amor desordenado al dinero una cosa es ser Avaro y otra cosa es ser Rico.

+El Avaro no es rico es un necesitado de muchas cosas al final vive como un Mendigo, el avaro es el guardián de su dinero, no es su dueño es su esclavo.

+La avaricia y codicia hace pesado el corazón del Hombre en su búsqueda de Dios, retrasa la conversión.

+ Es muy fácil ver la avaricia del prójimo, pero muy difícil ver la propia.

Jesús nos enseña que es muy difícil que un rico entre en el Reino de los Cielos en el pasaje de los evangelios del Joven Rico. La avaricia y la codicia no tiene acepción es igual tanto en pobres como en ricos. En los pobres en la codicia de los bienes Ajenos y en los ricos el odio a los pobres que les quieren arrebatar su Riqueza.
En el mundo entero se manifiesta y encarna la codicia y avaricia del hombre en Escándalos Financieros, Narcotráfico, Corrupción, Mentira, estafa, Engaño, Robo Fraudes, Asesinatos. Etc.

El Catecismo de la Iglesia Católica y las Sagradas Escrituras son Doctrina Segura en el destino universal y la propiedad privada de los bienes y  da criterios de Juicio, orientación y acción:

(CIC 2402): Al comienzo Dios confió la tierra y sus recursos a la administración común de la humanidad para que tuviera cuidado de ellos, los dominara mediante su trabajo y se beneficiara de sus frutos (cf. Gen 1, 26-29). 

Los bienes de la creación están destinados a todo el género humano. Sin embargo, la tierra está repartida entre los hombres para dar seguridad a su vida, expuesta a la penuria y amenazada por la violencia. La apropiación de bienes es legítima para garantizar la libertad y la dignidad de las personas, para ayudar a cada uno a atender sus necesidades fundamentales y las necesidades de los que están a su cargo. Debe hacer posible que se viva una solidaridad natural entre los hombres.

(CIC 2403): El derecho a la propiedad privada, adquirida o recibida de modo justo, no anula la donación original de la tierra al conjunto de la humanidad. El destino universal de los bienes continúa siendo primordial, aunque la promoción del bien común exija el respeto de la propiedad privada, de su derecho y de su ejercicio.

Del respeto de las personas y sus bienes:

(CIC 2407):En materia económica el respeto de la dignidad humana exige la práctica de la virtud de la templanza, para moderar el apego a los bienes de este mundo; de la justicia, para preservar los derechos del prójimo y darle lo que le es debido; y de la solidaridad, siguiendo la regla de oro y según la generosidad del Señor, que “siendo rico, por vosotros se hizo pobre a fin de que os enriquecierais con su pobreza” (2 Co 8, 9).

(CIC 2459): El hombre es el autor, el centro y el fin de toda la vida económica y social. El punto decisivo de la cuestión social estriba en que los bienes creados por Dios para todos lleguen de hecho a todos, según la justicia y con la ayuda de la caridad.

<<Cuando damos a los pobres las cosas indispensables no les hacemos liberalidades personales, sino que les devolvemos lo que es suyo. Más que realizar un acto de caridad, lo que hacemos es cumplir un deber de justicia» (San Gregorio Magno, Regula pastoralis, 3, 21, 45).

(Lucas 16. 10,13).El que es fiel en lo mínimo, lo es también en lo mucho; y el que es injusto en lo mínimo, también lo es en lo mucho. Si, pues, no fuisteis fieles en el Dinero injusto, ¿quién os confiará lo verdadero Y si no fuisteis fieles con lo ajeno, ¿quién os dará lo vuestro? Ningún criado puede servir a dos señores, porque aborrecerá a uno y amará al otro; o bien se entregará a uno y despreciará al otro. No podéis servir a Dios y al Dinero.»

(Lucas 12, 16,21). Les dijo una parábola: «Los campos de cierto hombre rico dieron mucho fruto; y pensaba entre sí, diciendo: "¿Qué haré, pues no tengo donde reunir mi cosecha?" Y dijo: "Voy a hacer esto: Voy a demoler mis graneros, y edificaré otros más grandes y reuniré allí todo mi trigo y mis bienes, y diré a mi alma: Alma, tienes muchos bienes en reserva para muchos años. Descansa, come, bebe, banquetea. “Pero Dios le dijo: "¡Necio! Esta misma noche te reclamarán el alma; las cosas que preparaste, ¿para quién será? Así es el que atesora riquezas para sí, y no se enriquece en orden a Dios.»

+La avaricia nos hace Necios e insensatos y el uso tanto de los bienes espirituales como materiales de la riqueza y del evangelio se reducen a al Amor a dios y el prójimo por encima de todas las Cosas

+La avaricia espiritual y la envidia de los dones del prójimo o la devoción excesiva a las imágenes es Idolatría y por tanto avaricia .

San Benito: Resistía a los Monjes que andaban itinerantes de monasterio en monasterio de comunidad en comunidad, de tribu en tribu, de Casa en Casa.  y decia : "Andan buscando  “Actividad Espiritual “. Sirviendo en todas partes no hay quietud en su espíritu. No hay camino de Fe. Hay dispersión en su Alma. Creen que le sirven a Dios y se Sirven, así mismos, para acumular bienes, elogios y admiraciones".  Esto es un  ejemplo de (Avaricia espiritual)," escondido y justificado".

+La virtud que combate la Avaricia es la generosidad, desprendimiento y la limosna, limpia los ojos del Avaro y lo purifica de sus Consecuencias, que necesitan ser reparadas y retribuidas. Zaqueo nos da ejemplo de ello en los evangelios

Lucas 19 1, 10: Habiendo entrado en Jericó, atravesaba la ciudad. Había un hombre llamado Zaqueo, que era jefe de publicanos, y rico. Trataba de ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la gente, porque era de pequeña estatura. Se adelantó corriendo y se subió a un sicómoro para verle, pues iba a pasar por allí. Y cuando Jesús llegó a aquel sitio, alzando la vista, le dijo: «Zaqueo, baja pronto; porque conviene que hoy me quede yo en tu casa. “Se apresuró a bajar y le recibió con alegría. Al verlo, todos murmuraban diciendo: «Ha ido a hospedarse a casa de un hombre pecador. Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: «Daré, Señor, la mitad de mis bienes a los pobres; y si en algo defraudé a alguien, le devolveré el cuádruplo. “Jesús le dijo: «Hoy ha llegado la salvación a esta casa, porque también éste es hijo de Abraham, pues el Hijo del hombre ha venido a buscar y salvar lo que estaba perdido.»

La Simonía: La palabra Simonía deriva de Simón el Mago, quién quiso comprarle a San Pedro el poder para imponer las manos (Hechos 8:9-24). La compra o venta de lo que es espiritual por bienes materiales. Incluye cargos eclesiásticos, sacramentos, sacramentales, reliquias y promesas de oración.

Es un sacrilegio la Simonia  y atenta contra el Primer Mandamiento (ver Cat. Iglesia Cat. #2118). Simonía es tratar los bienes espirituales como si fuesen propiedad de los hombres. Se equipará lo espiritual a lo material y por ende se comercia con cosas Santas.

El Concilio de Calcedonia (#451) condena la Simonía en las ordenaciones sacerdotales y el Concilio de Trento tomó medidas severas contra la Simonía. Es también condenada por la ley canónica. Siempre en la Iglesia han existido abusos porque los vicios de la carne siempre acechan. Pero también siempre han existido santos que luchan contra ellos. Un ejemplo es San Pedro Damián.

La simonía se diferencia de los estipendios, humilde ofrenda necesaria para el sustento del clero y de la Iglesia. Cristo dijo: "Permaneced en la misma casa, comiendo y bebiendo lo que tengan, porque el obrero merece su salario" (Lucas 10:7).

Por último, meditemos del antiguo testamento lleno de la Sabiduría que proviene de Dios y  las virtudes que debemos alcanzar para poner en práctica actitudes concretas para con el Prójimo como son : la limosna y la generosidad ,como remedios para Sanar el Alma y el Espíritu de toda Codicia y Avaricia:

(Eclesiástico. 3,30): Como el Agua apaga el Fuego, ahuyenta, la limosna el pecado.

(Tobías4.5,11). «Acuérdate, hijo, del Señor todos los días y no quieras pecar ni transgredir sus mandamientos; practica la justicia todos los días de tu vida y no andes por caminos de injusticia, pues si te portas según verdad, tendrás éxito en todas tus cosas, como todos los que practican la justicia. 

«Haz limosna con tus bienes; y al hacerlo, que tu ojo no tenga rencilla. No vuelvas la cara ante ningún pobre y Dios no apartará de ti su cara Regula tu limosna según la abundancia de tus bienes. Si tienes poco, da conforme a ese poco, pero nunca temas dar limosna, porque así te atesoras una buena reserva para el día de la necesidad. Porque la limosna libra de la muerte e impide caer en las tinieblas Don valioso es la limosna para cuantos la practican en presencia del Altísimo.


+++ Bendiciones


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